Desde hace unos cuantos años me dedico al mundo del blogging. Trabajar desde casa es una de las experiencias de las que más he aprendido (y sigo aprendiendo).
Ya sea como medio de vida principal o como actividad secundaria, mi blog se ha convertido en la mejor inversión que he podido llevar a cabo.
No miento si te digo que me ha dejado la puerta abierta a muchas oportunidades laborales.
Tampoco si menciono que el camino es duro. Pues lo es, y mucho.
Pero ante todo, tener un blog y poder trabajar por Internet es un estilo de vida que no cambiaría por nada en el mundo.
En este post quiero enseñarte la vía del autoempleo. Desde cuáles han sido los pasos que he dado hasta qué lecciones he aprendido por el camino. No quiero dejarme nada en el tintero, por lo que ya te puedo asegurar que este post no será corto.
¿Estás preparado para afrontar el trabajo desde casa?
¡Es hora de pasar a la acción!
¿Qué opciones puedo plantearme a la hora de decidir mi trabajo?
Antes de nada, siempre me gusta decir que la opción del autoempleo es el camino que he decidido (por el momento) elegir. Esto significa que, sopesando todas las opciones, es lo que mejor se adapta a mi estilo de vida hoy en día.
No obstante, construir tu futuro laboral es función de muchas variables, y es por ello que quizás el autoempleo no sea la mejor de todas. Por ejemplo, si quieres ser futbolista, inevitablemente tendrás que pasar por la opción de ser empleado.
Por ello, antes de hablar sobre el trabajo desde casa, autoempleo o cómo dedicarse al mundo del blogging quisiera hacer un pequeño repaso por las diferentes opciones que puedes plantearte a la hora de encontrar trabajo:
– Empleado: esta es la opción más común a la hora de tener un trabajo. La gran mayoría de la población activa tiene una persona a su cargo. En este caso, salvo alguna excepción, los ingresos que obtienes dependen directamente de las horas trabajadas y es algo que queda manifestado en tu contrato. A pesar de que muchas personas no consigan hacerse ricos como empleados, es un tipo de trabajo que te permite desconectar una vez ha terminado tu jornada diaria.
– Autónomo o freelance: aquí eres tu propio jefe, además de ser la persona que decide la forma de distribuir su trabajo, los clientes con los que puede trabajar y los precios que cobra por cada producto o servicio que ofrece. Es una vía que ter permite liberalizar tu tiempo y horario de trabajo, pero requiere una gran responsabilidad por tu parte. A diferencia del empleado, el trabajo y la horas que le dedicas pueden llegar a consumir gran parte de tu día si no te pones límites.
– Empresario: es el máximo responsable de una empresa, y bajo su cargo se encuentran las decisiones más complicadas de la misma y el control de sus empleados. Un empresario es una persona con un alto nivel de riesgo y responsabilidad, pues llevar un negocio es algo bastante complicado. No obstante, si tienes faceta de líder, es una de las vías con las que mayor volumen de ingresos puedes llegar a obtener.
De entre todas las alternativas, es posible que veas en el trabajador freelance desde casa la mejor opción de todas las que te he mostrado. Si es tu caso, entonces sigue leyendo, pues voy a mostrarte todos los consejos que he aprendido en el tiempo que llevo “montándomelo por mi propia cuenta”.
Luces y sombras: ventajas y desventajas del trabajo desde casa
Ser freelance, y más si trabajas desde casa, no es una tarea sencilla.
Es cierto que la comodidad y libertad que te ofrece este estilo de vida es incomparable con la vida del empleado o el empresario. Pero también requiere una serie de obligaciones que pueden causarte más de un quebradero de cabeza.
Por este motivo, es importante que conozcas todos los beneficios y los inconvenientes del trabajo desde casa.
Comencemos por las ventajas:
– Eres tu propio jefe: no tienes a nadie que decida por ti lo que tienes que hacer en todo momento. Todas las decisiones las tomas bajo tu conocimiento y responsabilidad, y es por ello que eres el único que puede decidir sobre el tiempo que trabajas y los precios que cobras.
– Puedes administrar tu tiempo: puede que seas nocturno, o que prefieras trabajar 18 horas al día durante los 3 primeros días de la semana y tener el resto libre. O quizás prefieras seguir un horario de oficina corriente. Sea cual sea tu decisión, una ventaja de trabajar desde casa es que tu eres quien decide tus horarios y tus ritmos de trabajo.
– Adquieres unas habilidades núcleo que son vitales: como te he comentado, necesitas responsabilidad en tus acciones. Y con ello, adquieres una serie de habilidades que son de gran utilidad para potenciar tu futuro profesional. La organización en el trabajo, la toma de decisiones o la confianza en uno mismo son algunas de las habilidades que adquieres por el camino.
– Puedes jugar con los precios y tus ingresos: esta es una de las características que más llaman a los freelances. Supón que con 5 clientes al mes tienes de sobra para vivir. A partir de aquí, puedes jugar con muchas variables: conformarte con este número y no forzar horas de trabajo, bajar precios pero tener más clientes, cobrar más caro a menos clientes, etcétera. Tu, junto con las reacciones del mercado, tomáis las decisiones sobre tus ingresos a final de mes.
No obstante, como te he comentado, este mundo también tiene sus puntos negativos: Y estos son para mí los inconvenientes:
– Tu trabajo puede llegar a consumirte: nunca tienes poco trabajo. Y te lo digo desde mi propia experiencia personal, después de sufrir unos cuantos días trabajando hasta la hora de dormir. Si no eres productivo y no fijas unas rutinas de trabajo, las horas frente al escritorio pueden consumir tu tiempo por completo.
– Debes tomar tus propias decisiones: aunque esto sea algo que busca todo el mundo, en el momento de la verdad, tomar decisiones por cuenta propia suele asustar a muchas personas. El riesgo de pensar que algo puede salir mal, y nosotros seremos los culpables, no es fácil de asimilar.
– Organizarte puede llegar a ser una odisea: ser productivos si alguien detrás que nos diga lo que tenemos que hacer es más complicado de lo que parece. Las horas muertas, la procrastinación y el tiempo que pasamos determinando qué es lo que debemos hacer es algo que pasa factura en muchas ocasiones.
– El dilema de vender tus productos y servicios: vender no es algo innato. Nadie nace sabiendo vender, y esto es algo que no enseñan en ningún colegio. Es por ello que, a la hora de ofrecer tu producto o servicio, pueden que te surjan algunos bloqueos que van desde determinar el precio hasta sentirse bloqueado al mostrar tu oferta.
Hablemos de negocios online, ¿por qué me llaman tanto la atención?
Dentro del autoempleo, existen una gran cantidad de formas de ganarte la vida.
No obstante, para mí, los negocios online (en especial aquellos que usan como plataforma un blog) tienen algo que los hace diferente al resto.
Y esto se resume en una palabra: información. Exacto, tu conocimiento es aquello que vas a ofrecer en la gran mayoría de ocasiones a través de tu blog.
Y es por ello que, a la hora de rentabilizar tus conocimientos, los negocios online resultan especialmente atractivos. Esto es debido a que, bajo mi punto de vista, reúnen cuatro características fundamentales:
Escalable
El primer concepto del que te quiero hablar es el de escalabilidad, y es que este es para mí unos de los términos fundamentales en todo negocio, ya sea online u offline.
Imagínate que tienes como negocio una empresa de construcción. Prácticamente los gastos subirán al mismo ritmo que vendes casa, de tal forma que cuantas más casa vendas, mayores serán los gastos. En otras palabras, crecen al mismo o casi al mismo ritmo que los ingresos.
Esto no es un negocio escalable. En nuestro caso, al vender información, nos es indiferente que acudan 1 que 1.000 compradores. Los gastos serán los mismos en cualquier caso: el servidor y las herramientas que hayas adquirido para confeccionar tu infoproducto.
Algo tan simple como este concepto está al alcance de muy poco negocios. Y los negocios online, en concreto un blog, es uno de estos ejemplos de negocios escalables.
Controlable
Nadie quiere depender de un tercero. Básicamente, que tu negocio online depende de alguien es sinónimo de aceptar las condiciones que esta persona impone.
Lo cual, como puedes intuir, deja limitadas las opciones a la hora de tomar decisiones sobre tus ingresos.
Es cierto que es inevitable adquirir ciertas herramientas de terceros para poder progresar con tu blog. Esto es indudable ya que la inversión es algo necesario en cualquier ámbito.
Sin embargo, lo que debes evitar a toda costa es que tus ingresos y, en definitiva, tus beneficios dependan de otra persona o empresa. Es por ello que los servicios de publicidad online o el marketing de afiliados, si bien son una forma de ganar dinero online, no permiten generar grandes cantidades de ingresos a la gran mayoría.
Pasivo
Estoy seguro de que en más de una ocasión te has encontrado con un conocido que posee un negocio pasivo. Y es que esta clase de negocios no son una novedad, sino que llevan años con nosotros.
Invertir en bolsa o tener una propiedad en alquiler son dos ejemplos que demuestran perfectamente cómo los ingresos no dependen de las horas trabajadas.
Y este es el principio fundamental de cualquier negocio pasivo. Crear un sistema que, independientemente de las horas trabajadas, genere ingresos.
Pongamos el caso de un infoproducto que vendas a través de tu blog. Le has dedicado una cierta cantidad de horas, pero no por ello ganarás más dinero si elaboras un curso del doble de extensión. Los beneficios dependerán de los clientes que acudan a tu plataforma online, y esto es totalmente independiente de las horas de confección de tu producto.
Lo importante es comprender que es un negocio que trabaja por sí solo, y que perfectamente puedes estar durmiendo mientras que una persona desde el otro lado del mundo está pagando por tu curso online.
Automatizable
Queremos algo que trabaje por nosotros. Así de simple. Nuestro tiempo es oro, y seguramente cuando comiences con tu blog tengas que compaginarlo con tu jornada laboral y tu familia.
Por ello, la automatización de tareas es para mí el último requisito imprescindible para crear cualquier negocio online.
Antes te he hablado de la importancia de crear negocios pasivos a través de tu blog. Pero existe un paso más allá: convertir en automáticos todos los procesos en los que interviene el usuario.
Esto, en el caso de trabajar desde casa por Internet, puede ser tan simple como crear un carrito de compra eficaz o una serie de autorespondedores para tus suscriptores.
Esta, para mí, es la diferencia entre un negocio pasivo automatizable y uno que no lo es. Una tienda de ropa siempre necesita de una persona que atienda las ventas. Sin embargo, con tu blog, no puedes depender de despertarte a las 3 de la mañana porque una persona de otro continente quiero comprar tu curso online.
¿De qué manera puedo ganar dinero con un blog?
En Internet existen muchas formas de ganar dinero. Tantas que incluso desconozco gran parte de ellas. Sin embargo, no es nuestro objetivo conocer todas y es por ello que a continuación quiero enseñarte las más potentes a la hora de rentabilizar tu sitio.
Están ordenadas, según mi criterio, de menor a mayor en función de volumen de ingresos y de dependencia o no de terceros.
Google AdSense
Seguro que, en más de una ocasión, navegando por Internet te has encontrado con más de un blog que integra algún banner con publicidad online.
En la mayoría de ocasiones este banner suele formar parte de Google AdSense, el servicio de publicidad online que Google pone a disposición de bloggers y webmasters.
Su funcionamiento es muy sencillo, y para entenderlo, tengo que explicarte que son los conceptos de Pago por Clic (PPC) y de Coste por Clic (CPC). Básicamente, el CPC es una forma de monetización en la que un blogger recibe una comisión por cada clic que haga un lector en un anuncio de su sitio.
Esto se contabiliza, supervisa y administra mediante dos herramientas fundamentales: Google AdSense (para bloggers) y Google AdWords (para anunciantes). Y, por supuesto, Google se lleva una comisión por hacer de intermediario. Y no es poca, ya que la gran parte de los ingresos de la compañía provienen de aquí.
Por tanto, su funcionamiento es sencillo. Tú te registras en Google AdSense, insertas los anuncios en tu blog y esperas a que los lectores estén interesados en los mismos. Cuando hagan clic, te llevarás una cantidad de dinero en función del CPC (que a su vez depende de muchos factores que se alejan de este training).
Como te he dicho, es la forma de monetizar más sencilla, aunque necesitas grandes volúmenes de tráfico para que sea rentable. Ten en cuenta que muchas veces el CPC suele ser de un par de céntimos.
Anunciantes directos
Te acabo de comentar que Google AdSense es una de las formas más conocidas de ganar dinero con publicidad online. No obstante, obtener elevados ingresos es algo muy complicado.
Un método de conseguir dinero a través de anunciantes en tu web es gestionando, de forma directa, la presencia de banners en tu blog con empresas que quieran anunciarse en Internet. Es decir, traer anunciantes directos en tu blog.
A diferencia de lo que sucede con Google AdSense, el trato con un anunciante directo es totalmente personal. Esto significa que tú mismo negocias la cantidad que quieres recibir por anunciante al mes o al año, de tal manera que no precisas de ningún intermediario para ello.
Partiendo de esta premisa, las cantidades que puedes cobrar por un anuncio son muy superiores a las que obtienes con AdSense, con la garantía además de que verás tu dinero todos los meses y no dependerás de que un lector haga clic o no en el anuncio.
La incógnita, por tanto, se encuentra en conocer cuánto puedes cobrar por un anuncio. Y siendo honesto, esto es algo en lo que no puedo ayudarte. En función de tus visitas, tu marca personal y la temática en la que te encuentres podrás permitirte cobrar más o menos.
Conozco compañeros que cobran 300-400 euros al mes en un blog con 1.000 visitas mensuales, mientras que en otra temática otro compañero sólo consiguió obtener 50 euros al mes de un cliente.
Este sistema presenta la ventaja de que los ingresos son superiores a AdSense, pero como contrapartida encuentras la dificultad añadida de tener que gestionar la búsqueda y acuerdos con empresas que quieran anunciarse.
Marketing de afiliación
Los afiliados no deja de ser una nueva forma en Internet de llamar al comercial de toda la vida. Sí, aquellos que iban a tu casa a venderte la última aspiradora del momento y los cuáles se llevaban una comisión por ello.
En Internet funciona exactamente igual. Tú encuentras o un producto o una herramienta que te parece interesante para dar a conocer a tus lectores. Te registras en el programa de afiliados de dicha compañía y promocionas el producto en cuestión.
Dicha promoción puede ser a través de un enlace, un banner o incluso un post en exclusiva si es algo que merece la pena. Recuerda que aquí también este en juego tu reputación, así que ten cuidado con lo que promocionas.
Cuando un lector vea el producto y haga clic en él, automáticamente le llevará a la página de la empresa. Lo curioso de aquí es que el enlace lleva un código especial que le permite a la empresa identificar de donde viene el lector. En este caso, de tu blog.
Si el lector acaba comprando, tú te llevas una comisión por ello. En algunos casos, puede llegar a ser de hasta el 50%.
Los sistemas de afiliados suelen ser una forma muy rentable de ganar dinero y en la que todo el mundo ganas. Tú te llevas comisión, la empresa gana dinero y el cliente, en principio, adquiere algo de valor.
Servicios propios
La venta de servicios como profesional freelance o autónomo es algo muy habitual en los negocios online. Podrás encontrar desde plataformas que se dedican a gestionar la relación entre cliente y profesional, hasta blogs donde el propio freelance genera sus oportunidades de negocio.
Como es natural, lo que nos interesa a nosotros es gestionar los clientes desde nuestro blog, pues las plataformas donde los freelances indican sus servicios destacan por su competitividad o sus reducidos precios.
Incluir un servicio propio en tu blog es lo más sencillo del mundo: solamente necesitas crear una página específica donde mostrar la información y disponer de un formulario de contacto para relacionarte con tus futuros clientes.
La gran desventaja (aunque todo depende de la persona) que encuentro en seguir este camino es que no se trata de unos ingresos pasivos. Lo que ganes dependerá del número de clientes y, consecuentemente, del número de horas trabajadas.
Si en el momento de crear tu blog ya dispones de un empleo, te será bastante complicado gestionar ambos trabajos. Si por el contrario te lanzas a la piscina con tu blog, esta puede ser una vía muy rentable de generar ingresos.
Infoproductos
Por último, vamos para mí a la que es la opción más rentable de todas a largo plazo. Los infoproductos, como su propio nombre te sugiere, son una clase de productos en los que no se ofrece algo físico o tangible, sino que pones en venta tu propia información.
Ya sea a través de un curso online, un ebook, plantillas descargables o lo que te venga en mente, la esencia de los infoproductos consiste en que el lector tenga acceso a tu información más exclusiva a cambio del precio que tú quieras ponerle a tu contenido.
Como te he comentado, es el sistema que más trabajo lleva. Al contrario de las otras dos vías de monetización, aquí el contenido y la plataforma de venta la pones tú.
No obstante, las ventajas también son muy numerosas. Por un lado un juegas con tus ingresos. Tú eres el propio dueño de lo que vendes y cobras íntegramente el precio que has puesto a tu infoproducto.
Por otro lado, una vez más, eres quien manda en todas las decisiones. Esto hace referencia a una de las características de los negocios online que te he comentado antes, y es que es completamente controlable por ti.
Los infoproductos tienen rentabilidad cuando adquieres una cierta visibilidad y autoridad en tu sector. En otras palabras, cuando el tráfico que lleva a tu sitio es de mucha calidad y tus lectores están convencido de que eres un verdadero profesional en tu sector. En estas situaciones, rara vez tendrán inconveniente en comprar tus infoproductos si ofreces una buena relación calidad/precio.
Estas son, para mí, las cinco vías más eficaces que tienes para rentabilizar tu sitio. Existen muchas más, y el ejemplo lo tienes en muchas personas que ofrecen sus servicios de consultoría o ganan dinero con YouTube. Pero tampoco quiero marearte con miles de formas de ganar dinero.
Conclusiones
Sí, trabajo desde casa. Y, para mí, es el estilo de vida que mejor se adapta a mis necesidades y mi ritmo actual.
En este post he querido mostrarte cómo es trabajar desde casa, y cuáles son las ventajas y desventajas que tiene el camino por el que he optado: el autoempleo.
Partiendo de este punto, te he hablado de los negocios online y de cómo incrementar la productividad en el trabajo cuando sacas adelante tu propia plataforma digital.
Ahora, como siempre, me gustaría conocer tu opinión:
¿Qué tipo de trabajo tienes? ¿Ves en el trabajo desde casa un estilo de vida sostenible a largo plazo? ¿Cuáles son tus consejos para mejorar como profesional cuando Internet es tu medio de vida?
¡Espero tus comentarios!
Trabajo desde casa: mi experiencia personal en los negocios online ha sido publicado originalmente en el blog de Alejandro Caballero. Puedes conectar conmigo a través de Twitter, Facebook y Google+.